1 de enero de 2010

¿Cisne negro o pollo del montón? El déficit fiscal catalán en perspectiva

El Pais 05 octubre 2012 Una de las afirmaciones más repetidas por la prensa catalana en estos tiempos de efervescencia independentista es que el expolio fiscal que sufre Cataluña no tiene parangón en ningún lugar del mundo. Como muestra, valga un botón. En un artículo reciente en La Vanguardia, mi buen amigo Germà Bel equiparaba a los territorios con déficits fiscales similares al catalán con los cisnes negros: no es imposible que se encuentre alguno, pero desde luego se trataría de un fenómeno muy raro. El artículo del profesor Bel reavivó en mí una perplejidad recurrente. No termino de entender la facilidad con la que gente por lo demás muy sensata sostiene o acepta afirmaciones tan improbables como esta sin ofrecer o exigir evidencia medianamente consistente de que las cosas son como se dice. El fervor patriótico tiene efectos curiosos sobre las reglas de la lógica, que quedan en suspenso siempre que se trata de defender la causa. La tesis del expolio sin parangón resulta en principio poco plausible porque el sistema fiscal español no difiere de los existentes en otros países de una forma que haga presagiar un especial maltrato a nuestras regiones más ricas. Si excluimos a los territorios forales, es cierto que tenemos un sistema de financiación regional más igualitario que el de Estados Unidos, pero no muy distinto en términos de sus resultados del australiano o el alemán, o de la situación imperante en Estados centralizados como Francia. También es cierto que nuestra inversión pública ha sido más redistributiva de lo razonable durante décadas, pero no somos el único país que tiene este problema y, en cualquier caso, el impacto de la inversión sobre el grado de progresividad del conjunto del gasto estatal es limitado debido a su reducido peso (un 7,6% en 2009). Por otra parte, y excluyendo una vez más a Estados Unidos, España presenta un nivel de gasto social comparativamente reducido, lo que tiende a limitar la redistribución de la renta entre individuos y, por tanto, entre territorios. Teniendo en cuenta todo esto, cabe esperar que los déficits fiscales de las regiones ricas españolas (excluyendo a las forales) sean mayores que los de territorios similares en Estados Unidos y posiblemente en otros países anglosajones, pero no que los de sus homólogas en la Europa continental —incluyendo ciertamente a Alemania, donde, por mucho que se repita lo contrario, no existe límite legal alguno al

1 de enero de 2010

El pacto fiscal para Cataluña: Un modelo inviable y desaconsejable

El Pacto Fiscal para Cataluña se ha convertido en el nuevo icono del nacionalismo catalán. La sanidad, la enseñanza y la dignidad de Cataluña, según sus defensores, dependen de su aprobación. Sin ir más lejos, el Presidente de la Generalitat, Artur Mas, al tiempo que anticipaba una política de ajuste duro, advertía a “España” que no debía rechazar el pacto fiscal para no empeorar más la situación. El Parlamento de Cataluña puso en marcha la Comisión de estudio de un nuevo modelo de financiación basado en el concierto económico que, recientemente, ha aprobado sus conclusiones favorables al concierto con los votos de CiU y ERC. Esta Comisión, ha escuchado a diversos especialistas- entre ellos, al economista ÁNGEL DE LA FUENTE-. Nuestro buen amigo -miembro del Instituto de Análisis Económico (CSIC)- compareció el pasado 7 de octubre y puso de manifiesto que el concierto de Cataluña es inviable constitucional y políticamente. Mejor leer sus palabras: “El objetivo de la presente comisión es el de analizar la viabilidad y las posibles ventajas e inconvenientes de la instauración de un sistema de financiación específico para Cataluña que estaría inspirado en el modelo foral de concierto o convenio que se aplica en el País Vasco y Navarra. Déjenme anticiparles la opinión que me han pedido sobre el tema, para intentar después justificarla a lo largo de mi intervención. A mi entender, la propuesta de establecer un sistema de estas características es inviable constitucional y políticamente, desaconsejable en términos de racionalidad económica y administrativa y sólo serviría para excitar sentimientos de agravio dentro de Cataluña y de rechazo fuera de ella, alimentando así un sentimiento de confrontación que, aunque podría ser beneficioso electoralmente para algunos partidos con representación en esta cámara, no sirve a los intereses de ninguna de las partes. Mi intervención se dividirá en dos partes. En primer lugar haré algunas consideraciones sobre el funcionamiento del sistema de concierto y los problemas que éste plantea tanto en principio como por la forma en la que se ha aplicado en la práctica. Después volveré al tema de interés directo para esta comisión: ¿sería factible, y aconsejable, extender el modelo a Cataluña?….” La respuesta en el documento anexo. Es altamente ilustrativo.

1 de enero de 2010

Más sobre las balanzas fiscales

La polémica continua... Germà Bel y Ángel de la Fuente se han enzarzado en una polémica a cuenta de las balanzas fiscales. Germà Bel publicó un artículo en "La Vanguardia" titulado "Balanzas fiscales y cisnes negros" que mereció la réplica en el Diario "El País" de Ángel de la Fuente con el título "Cisne negro o pollo del montón, el déficit fiscal catalán en perspectiva" de la que se hizo eco Impulso Ciudadano. Germá Bel ha contestado en el Diario "El País" con un artículo titulado "El pollo no engaña, economía y retórica del debate territorial" que, a su vez, ha merecido la respuesta de Ángel de la Fuente que publicamos en exclusiva en Impulso Ciudadano. Más sobre las balanzas fiscales Seguimos, Germà. Es cierto que nunca te he oído hablar de expolio fiscal, pero hay mucha gente que sí lo hace y el mensaje de tu artículo en La Vanguardia (LV, 25/9/2012), aunque menos melodramáticamente victimista que muchos otros, era básicamente el mismo: Cataluña está fiscalmente maltratada de una forma que no es normal. Me pareció por tanto un buen “botón de muestra” que ofrecer al lector a la hora de cuestionar esta tesis, con la ventaja de que la imagen del cisne negro me iba estupendamente para el título (EP Negocios, 7/10/2012). Tu réplica de la semana pasada (EP Negocios, 14/10/2012) destaca que, pese a todo, no he conseguido encontrar ninguna región con un déficit fiscal superior al catalán. Y también es verdad, pero en vez de responderme, soslayas mi argumento. A saber, i) que, ante la falta de datos homogéneos, la carga de la prueba recae sobre ti y no sobre mi, porque eres tú el que afirma algo a priori muy improbable dadas las características del sistema fiscal español y ii) que el examen del caso americano --que tendrás que admitir no es el más favorable a priori para encontrar saldos fiscales muy grandes-- no sugiere precisamente un maltrato especial a Cataluña. Es cierto que ningún estado la supera en términos de déficit fiscal sobre PIB, pero algunos se quedan muy cerca, lo que hace pensar que en Europa, donde el sector público y el grado de redistribución son generalmente mayores, la situación catalana no llamaría en absoluto la atención. También sacas a colación un trabajo reciente del departamento de economía de la Generalitat en el que se pasa revista a algunas balanzas fiscales para otros países. No lo había