El informe de Impulso Ciudadano A más nacionalismo, menos servicios, sobre el gasto de la llamada construcción nacional de Cataluña, desvela el coste que supone para las arcas públicas, para los bolsillos de los contribuyentes catalanes, dicho proyecto de nacionalismo extremo. No se entra aquí en el carácter ilegal de algunos de los gastos, el objetivo es llamar la atención sobre lo que implican para el conjunto de los ciudadanos, al retraer recursos que podrían dedicarse a bienes y servicios sociales.
La factura de la construcción nacional conducida desde la Generalitat de Cataluña alcanza y supera la cuantía de, al menos, 1.000 millones €/año, destinados a sustentar el proyecto de nacionalismo excluyente.
Tan significativo gasto anual de las partidas que se pueden identificar como hipernacionalistas en los Presupuestos de la Generalitat, impide dedicar recursos humanos y materiales al bienestar de los catalanes en servicios básicos como la enseñanza, la sanidad, la atención a dependientes y ancianos, la vivienda social, las infraestructuras, etcétera.
Una muestra de lo anterior es que con los 5,4 millones de euros que el Tribunal de Cuentas reclama a 34 altos cargos de la Generalitat por desvío de fondos públicos al golpe del 1-O, se pueden subvencionar 60.000 plazas de vacaciones de 8 días para jubilados, a pensión completa y viaje incluido, aplicando tarifas del Imserso.
Este documento detalla ocho capítulos de la gestión del gobierno de Cataluña guiada por el objetivo de la construcción nacional catalana. Abarca exclusivamente programas de la Generalitat identificables, quedando fuera políticas semejantes de las diputaciones y ayuntamientos catalanes, clasificados así:
- Política lingüística. Subvenciones para fomento del catalán.
- Por la cultura hacia la Nación. Oficial y paraoficial.
- Laboratorios de pensamiento nacionalista.
- Síndic de Greuges.
- Propaganda y doctrina en TV y radio públicas.
- Forjando independencia con las TIC.
- Nacionalismo ‘sin fronteras’. DIPLOCAT.
- Ciberseguridad exclusiva.
Partiendo de lo recogido en los Presupuestos Gencat de 2021, que son los de 2020 prorrogados, y de los datos que aportan formalmente los organismos y entidades concernidos, tras una breve descripción de cada programa y cómo se reparten las partidas presupuestarias, se incluyen diez cuadros de equivalencias o comparaciones precisas de partidas de gasto propio de nacionalismo excluyente con los costes de equipamientos y servicios para el conjunto de la población.
En total, la Generalitat destina abiertamente más de 1.000 millones de euros anuales a entidades o instituciones que a lo largo de los últimos lustros han resultado claves para el desarrollo del proceso de construcción nacional en Cataluña, sin el que no hubiera sido posible el desafío a la Constitución del año 2017. Un desafío que puede repetirse en cualquier momento, pues los nacionalistas siguen contando con los mismos medios y recursos que hace cuatro años.