Los vocales de Impulso Ciudadano Jorge Calero y Jesús Rul han participado hoy, junto a Teresa Freixes y Manuel Acosta, en calidad de expertos designados por la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, en la audiencia sobre el sistema de inmersión obligatoria que se practica en las escuelas catalanas y que ha tenido lugar hoy en Bruselas.
Los cuatro intervinientes explicaron en qué consiste la inmersión lingüística, sus consecuencias y la forma en que ha de ser valorada desde el Derecho Constitucional, la Carta Europea sobre Lenguas Regionales y Minoritarias; así como la forma en que el sistema vulnera los valores europeos.
Teresa Freixes centró su exposición en las exigencias constitucionales sobre presencia del castellano en la educación, que son vulneradas por la inmersión obligatoria en catalán; y explicó cómo la Carta Europea de las Lenguas Regionales y Minoritarias no legitima una educación exclusivamente en la lengua regional que excluye la lengua oficial en todo el país y que es materna de la mayoría de la población en Cataluña.
Por su parte, Jorge Calero presentó un estudio que muestra en qué forma la exclusión en la educación de la lengua materna de la mayoría de los estudiantes perjudica su aprendizaje.
Jesús Rul, detalló en qué consiste la denominada inmersión lingüística, la forma en que excluye en la enseñanza el español, incluso en las etapas más tempranas de la formación, donde es más importante la presencia de la lengua materna de los alumnos, y acabó pidiendo un sistema educativo en el que convivieran catalán y castellano.
Manuel Acosta expuso que el castellano es lengua con presencia en Cataluña desde hace siglos, que no puede ser considerada como ajena a Cataluña y que el sistema de inmersión obligatoria supone una injustificada exclusión del español, así como la vulneración de los derechos de los alumnos.
A preguntas de los diputados, los expertos aclararon que el propósito de la inmersión no es más que nacionalista (la construcción de una nación sobre la base de la lengua como paso previo a la creación de un Estado) y que quienes se oponen a la inmersión, en ocasiones siendo ellos mismos catalanoparlantes, lo que pretenden es una escuela que responda a la realidad social y en la que se valoren las dos lenguas principales de los catalanes, el castellano y el catalán. También se insistió en los perjuicios que supone la inmersión obligatoria para los alumnos y que la administración nacionalista de la Generalitat incluso mantiene en el caso de los alumnos castellanohablantes con necesidades educativas especiales, quienes de esta forma se ven especialmente perjudicados por la exclusión de su lengua materna en la educación.