En España , ahora, en el año 2022, no se cumple la Constitución de 1978 en su integridad, con el consiguiente riesgo para la convivencia civil y democrática y el futuro de la Nación.
El ambiente de grave enfrentamiento entre las principales formaciones políticas constitucionalistas es aprovechado por los populismos de diferente signo para dinamitar el espíritu de la Transición. Es reprochable sembrar resentimientos que no tienen cabida en una sociedad democrática que aspira a vivir en paz.
Resquebrajar deliberadamente el Estado de Derecho tiene graves consecuencias. Nuestros representantes tienen la obligación de garantizar el correcto funcionamiento de las instituciones, pero no todos lo hacen. Por el contrario, muchos pretenden controlarlas. Priorizan sus intereses partidistas al prestigio institucional. No tienen empacho en realizar campañas de descrédito contra jueces y magistrados, así como obstaculizar el funcionamiento y la renovación de órganos constitucionales.
Todo eso en un contexto en el que el Gobierno de la Nación colabora con las formaciones nacionalistas de corte separatista en la marginación y exclusión del castellano en la vida institucional y en la educación. También se muestra dócil con los ataques a símbolos constitucionales, como la bandera de España o la Jefatura del Estado, cuando son despreciados por autoridades relevantes que tienen obligación de respetarlos.
Además, las Administraciones no actúan con eficacia en tanto que se limita y entorpece el acceso de los ciudadanos a servicios esenciales. Tampoco los poderes públicos atienden a la modernización y desarrollo de los sectores económicos para equiparar el nivel de todos los españoles; y no se acierta en la planificación de la actividad económica, condenando a miles de personas a malvivir en una situación de pobreza.
En ese escenario, desde Impulso Ciudadano apelamos al consenso constitucional y reclamamos de las instituciones del Estado y de todos los actores políticos y sociales un mayor compromiso en la defensa de los valores constitucionales. Es fundamental e ineludible que desarrollen sus actividades y ejerzan sus competencias con lealtad a lo que representan esos principios.
Tenemos derecho a vivir plenamente en la España constitucional que diseñó el preámbulo de la Constitución española y por eso reivindicamos su contenido, por lo que consideramos positivo volver a evocarlo en esta fecha:
La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de:
Garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo.
Consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular.
Proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones.
Promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida.
Establecer una sociedad democrática avanzada, y colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.
¡Viva la Constitución!
En Barcelona, a 6 de diciembre de 2022
