Impulso Ciudadano anuncia que presentará recurso contencioso-administrativo contra el modelo de Protocolo de usos lingüísticos para el sector sanitario público de Cataluña. [caption id="attachment_1829" align="alignright" width="300" caption="Josep Mercadé (CiU), director de los servicios territoriales de la Consejería de Salud de la Generalidad en Tarragona (foto: gencat.cat)."][/caption] La Delegación Territorial de IMPULSO CIUDADANO en Tarragona, ha informado a la Junta Directiva de la Asociación que el pasado 9 de enero se comunicó por el Director de los Servicios Territoriales de Salud en Tarragona, Josep Mercadé, a los profesionales sanitarios el modelo de protocolo de usos lingüísticos para el sector sanitario público en Cataluña. Dicho modelo contiene las instrucciones generales a seguir por estos profesionales en lo que hace referencia a los usos lingüísticos en el ámbito de la sanidad pública. Se pueden resumir en los siguientes principios: El modelo de protocolo regula el uso de las lenguas oficiales y no oficiales en las actividades profesionales orales y escritas. Declara que el catalán debe ser la lengua de comunicación oral del personal en su ejercicio profesional, aún cuando se observe dificultad de comprensión de este idioma por el paciente. En el caso de que no se entienda el catalán y si el castellano, se permitirá el uso de este último idioma, pero tratando de “repetir palabras o frases similares en catalán”. Las conversaciones telefónicas deben iniciarse obligatoriamente en catalán. La documentación interna de los centros sanitarios ha de ser en catalán, de manera que se utilizará siempre el catalán en la edición o elaboración de materiales escritos. Ninguna previsión respecto al castellano. En el caso de documentos con versiones multilingües, el catalán siempre ha de tener preferencia y se dispone expresamente que las versiones distintas al catalán no sean oficiales y que no estén a disposición directa del público. El catalán se utilizará en las historias clínicas, y el paciente podrá disponer de la traducción al castellano si lo solicita. La documentación externa se ha de realizar en catalán, salvo que los usuarios soliciten una versión en castellano. La lengua vehicular y la del material de apoyo de los cursos de formación del personal del sector público ha de ser normalmente en catalán. El uso de las lenguas no oficiales debe ser excepcional y sólo reducido a dos casos: para la nueva población (sólo durante el período de acogida) y para los turistas en momentos puntuales. A juicio de IMPULSO CIUDADANO, estas