La realidad social catalana se muestra a diario en las relaciones cotidianas entre sus ciudadanos, que se expresan indistintamente y sin problemas en catalán o en castellano.
El mejor instrumento para preservar, garantizar y potenciar la convivencia lingüística es asegurar el derecho de los ciudadanos a usar las lenguas oficiales sin traba alguna. Sin embargo, durante las últimas décadas, las instituciones públicas catalanas han construido un entramado de impedimentos y condicionantes en la administración y en el sistema educativo destinado a dificultar o excluir el uso del castellano.
Las entidades y ciudadanos que suscriben el presente manifiesto quieren a Cataluña, tal cual, bilingüe. Por ello, reclaman que las instituciones catalanas reflejen esta realidad y guíen su actuación conforme a los siguientes principios de interés general:
1.- LEGALIDAD:
Las Instituciones Públicas y el sistema educativo, han de adaptar su régimen lingüístico a la Constitución, al Estatuto y a las sentencias firmes de los tribunales.
2.- IGUALDAD:
Las Instituciones no pueden discriminar a los ciudadanos por razón de lengua, por tanto no deben dar un tratamiento preferente a ninguna de las lenguas oficiales en Cataluña. La cooficialidad lingüística tiene que basarse en un uso equilibrado del catalán y del castellano en las relaciones con los ciudadanos. Todos los ciudadanos deben encontrarse en igualdad de condiciones ante la Administración.
3.- LIBERTAD:
Las Administraciones Públicas deben respetar la voluntad de los ciudadanos en los usos lingüísticos y no interferir en los mismos.
4.- NEUTRALIDAD:
Las Instituciones no pueden utilizar la lengua como un instrumento al servicio de un determinado proyecto político de construcción nacional.
5.- EFICACIA:
El bilingüismo institucional potencia el valor de nuestras lenguas oficiales al considerarlas elementos fundamentales de nuestro patrimonio cultural y de nuestra identidad común.
6.- COHESIÓN SOCIAL:
Una Cataluña bilingüe es la mejor garantía para evitar la fractura social. La cohesión se asienta en la aceptación de la realidad plural catalana, no en la uniformidad ni en la imposición. El bilingüismo institucional fomenta en todos los ciudadanos el sentimiento de pertenencia a la misma comunidad política.
Por todo lo expuesto, llamamos a las instituciones a respetar estos principios y a la sociedad catalana a defenderlos y a sumarse al presente manifiesto.
Barcelona,28 de septiembre de 2012