–¿Se puede emprender alguna acción legal por la retransmisión en TV3 de la cabalgata de Vic por proselitismo independentista entre los niños?
–Lo más preocupante de la retransmisión de la cabalgata es la connivencia directa o indirecta que ha mantenido TV3 con las entidades separatistas. La retransmisión de la cabalgata desde Vic debió suspenderse y SCC denunciará a TV3 ante el CAC. Aunque tenemos muy poca confianza en las instituciones «independientes» catalanas. Son descaradamente partidistas.
–¿Alguna situación concreta?
Por ejemplo, el Síndic de Greuges, tan sensible en otros temas cuando afectan al Gobierno central, no ha dicho ni palabra. A lo mejor, tiene algo que ver que en su día nombró adjunto de la institución a Jordi Sánchez, actualmente Presidente de la ANC. No es el Síndic de las personas, es el Síndic de los nacionalistas. Lo demostró cuando los escraches a los padres que pidieron la enseñanza bilingüe en Balaguer y Mataró y lo ha demostrado ahora, callando ante la utilización partidista de los medios públicos
– ¿Por qué cree que una parte del independentismo, Òmnium y Rufían, se han desmarcado de la iniciativa de la ANC?
Se han visto desbordados por la reacción social y mediática. No es sincera, no lo criticaron desde el primer momento y lo han hecho cuando han visto que la manipulación no ha pasado desapercibida y podía pasarles factura.
–¿Por qué Colau permite un «stand» independentista en el Salón de la Infancia y no el de las Fuerzas Armadas?
– Creemos que la Fira debió invitar a la Plataforma pro Seleccions Esportives a abandonar el recinto del Salón de la Infancia porque su activismo es incompatible con una Feria de todos. No deja de ser sorprendente que entidades que fomentan el segregacionismo deportivo, como la Plataforma, tengan un stand y, en cambio, instituciones como las Fuerzas Armadas o las Policías que son muy valoradas por el conjunto de los ciudadanos hayan sido vetadas por prejuicios ideológicos desfasados.
–¿Cuándo abandonará la alcaldesa su ambigüedad con el «procès»?
En cuanto al procés, lo que hay que hacer es darlo por finalizado porque lo único que puede aportar es desgracias. A la alcaldesa le pediría que aproveche su importante papel institucional y político para facilitar la cohesión entre los catalanes y el resto de los españoles y para mejorar las condiciones de vida de los barceloneses.
–¿Cree que llega tarde la «Operación Diálogo» o que el Govern ya no está dispuesto a dialogar nada?
–Es imprescindible que se profundice en el principio de lealtad institucional como criterio rector que facilite la colaboración y la cooperación entre las diferentes Administraciones Públicas. Los ciudadanos deben reprobar a aquellos políticos que ponen condiciones imposibles para evitar la cooperación institucional. Desde luego, sería una pésima noticia que el Presidente de la Generalitat no acudiera a la Conferencia de Presidentes Autonómicos y que haga de la soberbia un instrumento de actuación administrativa.
–¿Considera que tanto la cumbre del 23-D como la Ley de Transitoriedad Jurídica han tenido como fin dinamitar esta nueva voluntad de entendimiento del Gobierno?
–Legislar en contra de la Constitución, y pretender, además, eludir el control de los Tribunales es un fraude mayúsculo. Cataluña no se merece un gobierno fraudulento que ha incorporado como principios de actuación la trampa. Tanto la Cumbre del Referéndum como la Ley de Transitoriedad Jurídica atentan contra el principio de seguridad jurídica y las reglas básicas de la convivencia y deterioran gravemente la calidad democrática de nuestras instituciones.
–¿Crees que los incidentes que ha sufrido SCC en la UAB son un buen indicador de la calidad democrática en Cataluña?
–La persecución sañuda que sufren los Jóvenes de Societat Civil Catalana en la UAB por parte de radicales separatistas es tremenda. Un grupo de matones que se autocalifican como “antifascistas” y que declaran que la UAB es suya, campa libremente por el campus a la caza del que previamente han estigmatizado, porque les ha dado la gana, como fascista. Este grupo intimida a otros estudiantes, decora la universidad con pintadas insultantes para «sus enemigos» y lo hace sorprendentemente apelando a su libertad de expresión. Ese colectivo de «falsos antifascistas» necesita urgentemente un programa de reeducación democrática y son las autoridades universitarias las que tienen que ponerlo en marcha con la colaboración de las instituciones. Por desgracia, no se han atrevido y se sienten capaces de instalar un régimen de terror con el silencio cómplice de algunas instituciones catalanas.
–En caso de adelanto electoral, ¿cuál sería vuestro candidato idóneo y cómo crees que los partidos constitucionalistas deberían encarar el proceso electoral?
–Societat Civil Catalana es una asociación apartidista que no da apoyo a ninguna formación concreta. Lógicamente, si hay adelanto electoral respaldaremos las tesis de aquellos partidos políticos democráticos que se muestren partidarios de mantener la unidad territorial española.
–Qué efecto puede tener aquí la sentencia del Tribunal Constitucional alemán en contra de que se puede celebrar un referéndum en Baviera?
–Esta sentencia es importante en la medida que acaba con la cantinela de las formaciones separatistas de que España no es un país democrático porque no permite un referéndum de secesión para Cataluña. El Tribunal Constitucional alemán desestima la pretensión del partido separatista bávaro porque compete a todo el pueblo alemán y no sólo a una de sus partes decidir sobre su integridad territorial. Lo más democrático es que la decisión sobre el futuro del pueblo español la adopte el conjunto del pueblo español, del que formamos parte los catalanes. La resolución del Constitucional alemán pone de manifiesto que los Estados de la Unión Europea defienden como principio democrático el de la integridad territorial y que aquellos que se empeñan en fraccionar los Estados por intereses, a veces contrarios a los principios que sirvieron a la construcción europea, no son buenos demócratas.